Dios Todopoderoso, tú que me conoces y sabes perfectamente todo lo que hay en mi corazón, mis anhelos y deseos más profundos, dame en esta oportunidad de tu favor y cubre a mis hijos con tu manto protector para que estén a salvo de todo mal, de los peligros del mundo que siempre acechan y de todo acto de maldad que los quiera lastimar.
Estoy tan agradecido, mi Señor, por los hijos que me has dado, porque son personas invaluables, llenas de amor y de talentos, son seres increíbles que a diario me regalan incontables alegrías y recuerdos para siempre, por lo que estoy tan feliz de poder ser su madre, su padre, pues no hay nada más reconfortante que el amor de mis hijos, Señor.
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